
Fomentar una rutina regular de actividades, como la simulación de conductas predatorias en gatos a través del juego (juego con caña o juego predatorio), aporta múltiples beneficios para su bienestar físico y psicológico.
Desde una perspectiva física, estas actividades contribuyen a mantener un peso corporal adecuado, fortalecen los músculos, ligamentos y huesos, y promueven la salud del sistema cardiovascular.
Durante el ejercicio, el corazón bombea más sangre, mejorando el flujo hacia el cerebro. Esto facilita la entrega de oxígeno y nutrientes esenciales, promoviendo la salud neuronal (plasticidad cerebral).
En el ámbito psicológico, una rutina diaria de actividad disminuye los niveles de estrés mediante mecanismos regulatorios del cortisol en sangre, la ansiedad y la depresión, mediante la estimulación de las vías dopaminérgicas, la síntesis de serotonina y la producción de opioides como las endorfinas. Todo esto tiene un impacto positivo en funciones cognitivas como la memoria de trabajo, la atención y el aprendizaje. Esto resulta particularmente relevante en gatos de edad avanzada, ya que puede prevenir o retrasar la aparición de problemas asociados con el síndrome de disfunción cognitiva (SDC).
EL JUEGO PREDATORIO
Es importante asegurarnos de contar con una caña diseñada para motivar los instintos cazadores del gato, con materiales que no se rompan con facilidad y un juguete (de ahora en más: "la presa") del el tamaño y peso adecuados para que el gato pueda interactuar de manera efectiva con él.
Si estamos experimentando una pérdida de interés por parte de nuestro gato en el juego, una de las causas podría ser la falta de un diseño funcional en las cañas que utilizamos. Cañas demasiado pequeñas, elásticos que se enredan, tanzas que se rompen y juguetes voluminosos pueden entorpecer la actividad y disminuir la motivación de nuestro gato. Sería como pretender hacer ciclismo montados en una bicicleta de paseo, vestidos con camisa, jeans y ojotas, en lugar de una bicicleta de pista y vestidos con la indumentaria adecuada.
¿A QUÉ LLAMAMOS DISEÑO FUNCIONAL?
Para crear un elemento de juego seguro y adecuado para nuestro gato, es importante que la vara tenga una longitud suficiente que permita mantener a "la presa" separada de nuestro cuerpo, evitando confusiones y posibles accidentes. Es decir, la vara debe permitir que el gato pueda disociar a "la presa" (como foco de su conducta predatoria) de nuestro cuerpo.
Asimismo, es necesario que los juguetes que utilicemos como presa tengan ciertas características estructurales, como peso, tamaño, textura, entre otras, que sean capaces de estimular el comportamiento predatorio de nuestro gato. De esta manera, el juguete se convertirá en una herramienta útil para satisfacer las necesidades naturales de caza de nuestro felino, contribuyendo a su bienestar físico y emocional.
ELEMENTOS PARA EL ARMADO
Para crear un juguete funcional, necesitaremos una vara de madera delgada de longitud igual a la de nuestro brazo extendido. También requeriremos cinta autoadhesiva común o autosoldable, siendo esta última preferible debido a su capacidad de adherirse sin necesidad de pegamento.
Además, necesitaremos una bobina de tanza de pesca gruesa, que debe ser tan larga como la vara de madera, permitiéndonos guardarlo como repuesto en caso de ser necesario. Si nuestro gato es de los que tienden a morder y cortar la tanza, podemos optar por tanza de acero inoxidable en su lugar. Es importante destacar que la tanza de acero inoxidable no debe confundirse con un alambre delgado, ya que no son lo mismo. La longitud de la vara y de la tanza garantizará que "la presa" se mantenga alejada de nuestro cuerpo y nos permita moverla tanto por el aire, imitando a un ave o insecto, como por el suelo, imitando a un roedor.
Para fijar "la presa" a la tanza, necesitaremos un pequeño clip de librería tipo "manito". Esto nos permitirá cambiar fácilmente de juguete y aumentar la motivación del gato por atrapar distintas presas. Además, al atrapar "la presa", se soltará del clip (o podemos soltarlo nosotros), permitiendo que nuestro gato la lleve orgullosamente consigo sin necesidad de soltar la caña.
En cuanto a "las presas", podemos utilizar cualquier objeto de pequeño tamaño con cuerpo (volumen), texturas estimulantes y que sea liviano, como pelos, telas, papel celofán, peluche y plumas. Cuanta más variedad, más diversión para nuestro gato.

IMPORTANTE
Es recomendable que las actividades altamente estimulantes, como los juegos, se realicen siguiendo una rutina predecible que incluya señales discriminativas de inicio y finalización. Para ello, se puede utilizar un sonido específico al comienzo del juego y una porción de comida al final. De esta manera, el gato aprende a asociar el sonido con la actividad y aprende que solo debe esperar la señal de inicio para comenzar a jugar. Además, evitará la sobreexcitación que puede ocurrir si se acerca al lugar donde se guarda el juguete, ya que sabe que el juego solo comienza con la señal de inicio.
Es importante aclarar que se debe finalizar el juego con una señal diferente, como un comestible altamente palatable. Esto no solo disminuirá la excitación del gato (ya que aprenderá que el juego ha terminado), sino que también puede servir como un reforzador positivo de la actividad. Finalmente, es crucial guardar la caña y los juguetes fuera del alcance de los gatos y solo sacarlos durante las sesiones de juego programadas.

CINTA AUTO SOLDABLE
El uso de esta cinta es sencillo. Primero, se debe separar la lámina protectora y luego se debe estirar la cinta como si fuera una goma de mascar para cubrir completamente la zona que se desea aislar o unir. Una vez aplicada, se debe aplicar un poco de calor con las manos para que la cinta encogerá ligeramente y se fusionará en una sola pieza gomosa.
A diferencia de otras cintas que pueden aflojarse con el calor, esta cinta no contiene pegamento, por lo que la tanza y la vara quedarán bien sujetas y seguras.
Imagen 1: Extremo de la vara unido al extremo de la tanza con cinta autosoldable. Un nudo de pesca simple une el otro extremos de la vara con el clip y luego se refuerza con cinta autosoldable. Imagen 2: El gato podrá cobrar su presa fácilmente al desengancharla del clip.
ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EL JUEGO
Para obtener los mejores resultados en el juego con gatos, se recomienda hacer sesiones cortas de no más de 10 minutos. Lo ideal es tener al menos dos sesiones al día en los momentos en que el gato esté más activo. Cuando los gatos son muy enérgicos, podemos extender el juego hasta que se cansen.
Las carreras de persecución deben ser cortas y siempre deben terminar con éxito, es decir, con la captura de la presa. Esconder la presa puede motivar el acecho. Nunca debemos hacer del juego una actividad en la que atrapar a la presa se vuelva imposible.
Para mantener el interés del gato, los movimientos de la presa deben ser realistas, y nunca debemos quitarle la presa al gato cuando la atrapa, ya que esto puede disminuir su motivación por el juego.
La persecución se renueva cuando el gato se distrae y suelta la presa que ha capturado, o podemos motivarla con otra nueva (si utilizamos el ganchito descrito arriba) y rotarlas para mantener su interés.
Recordemos que el gato es un cazador. Por lo tanto, imitar la secuencia predatoria natural es fundamental: 1. DETECTAR (el movimiento del juguete), 2. ACECHAR o EMBOSCAR (al juguete cuando lo escondemos o lo colocamos en un sitio), 3. PERSEGUIR (cuando el juguete corre por el suelo como un roedor o vuela como un insecto), 4. ATRAPAR y MATAR (cuando atrapa, muerde y se lleva el juguete entre sus fauces) y 5. COMER (el premio final). Si el gato se alimenta de BARF, cada entrega de su ración puede estar precedida de la sesión de juego, y de esta manera integramos su rutina de alimentación con el juego.
Utilización de la caña funcional.
¿POR QUÉ MI GATO NO JUEGA?
Falta de motivación
Saciedad hacia el estímulo discriminativo (la presa): Siempre usamos el mismo juguete. Lo dejamos a su disposición todo el día. Siempre lo manipulamos de la misma manera y siempre en los mismos lugares. Se la hacemos muy fácil. Tiene a disposición juguetes muy similares.
Saciedad del reforzador (premio final): Siempre utilizamos el mismo reforzador. El gato se alimentó antes del juego o tiene acceso a ese reforzador en otros momentos del día. Utilizamos reforzadores comestibles de baja calidad (no resultan tan apetitivos).
Falta de variación en las rutinas.
Falta de motivación: Elementos dispersos por el suelo y al alcance del gato las 24hs. Cañas cortas y falta de movimientos que asemejen al de una presa.
Nuevamente, la falta de motivación: Una caña que no cumple su función y un movimiento que no imita ninguna presa.
En este caso, el gato percibe que el juguete se parece más un peluche con el cual frotarse, que una presa a la que hay que atrapar.
Es muy importante que el juguete se mueva como presa, dificultando un poco la tarea del gato pero que siempre termine en éxito.
Se suponía que a Kira este tipo de juegos no la motivaban, pero solo era cuestión de jugar de la manera adecuada.
Tras varios intentos, lo más importante es que al final Oliver obtenga su reforzador.
La mejor manera de jugar con dos gatos es pasando "la presa" de uno a otro y permitiéndoles perseguirla y atraparla. Los gatos no cazan en manada, por lo tanto rara vez se abalanzarán ambos sobre "la presa. Si notamos que el juego se vuelve motivo de conflicto, entonces podemos usar dos cañas, ¡aprovechando que los humanos tenemos dos manos!
Movimientos sutiles, como los que realiza una presa al caminar cerca de un depredador sin notar su presencia, pueden activar incluso al gato más inactivo. Si al juguete le añadimos papel celofán, cuyo crujido se intensifica al arrastrarse... ¡Bingo!
Debilitamiento de la conducta
Castigo negativo: Cada vez que el gato atrapa "la presa" se la quitamos la presa para seguir jugando.
Extinción: Se la hacemos muy difícil o "la presa es inmortal" (el gato la atrapa y la presa sigue moviéndose como si nada).
Condicionamiento de evitación por generalización: Le jugamos con un cordón de zapatillas, pero lo castigamos cuando nos muerde los cordones.
Otras causas
Utilización de elementos inadecuados: Cañas y juguetes disfuncionales.
Falta de interés al comenzar el juego: Competencia con otros estímulos del ambiente más interesantes, como la presencia de otro gato.
Agotamiento físico.
Problemas de salud.
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