Imaginemos la siguiente situación:
Debido al aumento en la intensidad y frecuencia de las peleas entre dos de nuestros gatos recientemente, se nos aconsejó separarlos mediante una barrera física, como una puerta, ventana o red. Después de varios días, observamos una disminución en las respuestas agresivas de ambos gatos, lo que nos llevó a creer que la adaptación estaba siendo exitosa. Por lo tanto, decidimos retirar la barrera que los mantenía separados, pero desafortunadamente, se desató una feroz lucha entre ellos que nos obligó a separarlos nuevamente. Esta situación nos desconcertó y nos angustió mucho.
¿Por qué nuestros gatos, que ya no presentaban respuestas agresivas, vuelven a enfrentarse en una feroz lucha tras retirar la barrera que los mantenía separados? Porque la realidad es que nunca se habituaron, sino que aprendieron a suprimir sus respuestas agresivas debido a la presencia de la barrera física. Este fenómeno se explica mediante el principio de discriminación simple, donde la conducta de ataque de ambos gatos se suprime o se emite según la presencia o ausencia de la barrera física que los separa. Es decir, la barrera física funcionaba como un estímulo discriminativo que influía en la probabilidad de emisión o supresión de la conducta agresiva de los gatos.
Para profundizar en este mecanismo y pasar a la discriminación condicional, es necesario revisar algunos conceptos básicos de la Psicología del aprendizaje.
LA SECUENCIA DE TRES TÉRMINOS
El proceso de aprendizaje asociativo conocido como Condicionamiento operante se caracteriza por presentar una secuencia de tres términos. En este proceso, la conducta del organismo es seguida por una consecuencia inmediata, la cual puede ser un refuerzo o un castigo. Estas consecuencias aumentan o disminuyen, respectivamente, la probabilidad de que la conducta se repita en el futuro. Además, la conducta se emite en un contexto específico (ambiente) en el cual dicha conducta ha sido reforzada o castigada en el pasado, señalando la probabilidad de que la conducta sea reforzada o castigada nuevamente.
El Condicionamiento operante sigue el siguiente esquema de tres términos:
Los estímulos que anteceden a la conducta: Llamamos estímulos discriminativos o Ed a aquellos estímulos del ambiente que señalan una alta probabilidad de reforzamiento para la conducta emitida. Por otro lado, los estímulos delta o EΔ son aquellos que predicen una baja probabilidad de éxito para la conducta, ya que su presencia se asocia con la ausencia de reforzadores.
La conducta: Es toda acción que el individuo ejerce sobre el ambiente. La llamaremos Respuesta o R.
Los estímulos consecuentes a la conducta: Estos estímulos fortalecen o debilitan la conducta según se trate de refuerzos o castigos. A los estímulos que incrementan las probabilidades de ocurrencia de una conducta se los denomina Estímulos reforzadores o Er.
Podemos señalar una diferencia entre los términos conducta y respuesta, aunque en muchos textos se utilicen como sinónimos. Respuesta hace referencia a las propiedades físicas de un comportamiento en particular, como su forma, frecuencia, intensidad, latencia y duración, mientras que conducta hace referencia a la relación general entre el organismo y su entorno. Aunque en esta publicación se utilizarán ambos términos de manera intercambiable en este caso, es importante destacar la distinción entre ellos.
El esquema de tres términos quedaría esquematizado de la siguiente manera:
Estímulo discriminativo (Ed) - Respuesta (R) - Reforzador (Er)
La respuesta se fortalece frente al estímulo discriminativo mediante reforzamiento positivo.
Estímulo delta (EΔ) - Respuesta (R) - Ausencia de Reforzador (Er)
La respuesta se debilita frente al estímulo delta mediante extinción operante (ausencia del reforzador).
Otro ejemplo de discriminación simple: La presencia cercana del grifo de la cocina puede desempeñar la función de estímulo discriminativo (Ed) para la conducta de maullar de nuestro gato (R). Nuestro gato ha aprendido que al maullar, las probabilidades de que le abramos el grifo y pueda beber agua son altas (Er). En otras palabras, el Ed predice que su conducta será reforzada. Sin embargo, en nuestra ausencia, el mismo grifo de la cocina (que no se abre solo) se convierte en estímulo delta (EΔ). En este caso, el grifo solo predice que hay altas probabilidades de que la conducta de maullar no sea reforzada, por lo que el gato inhibe su conducta.
¿QUÉ ES LA DISCRIMINACIÓN CONDICIONAL?
Aunque la definición de discriminación condicional puede parecer intimidante debido a la complejidad de su terminología, no hay necesidad de preocuparse ni dejar de leer. En realidad, podemos entender fácilmente este fenómeno mediante algunos ejemplos simples y claros. Pero, primero... lo primero: ¿Qué es la discriminación condicional?
Se trata de un mecanismo de aprendizaje asociativo por el cual una relación: estímulo-respuesta-reforzador (que define una situación de Condicionamiento operante) está bajo el control de otro estímulo (el condicional). Es decir, en este tipo de aprendizaje discriminativo el papel de la secuencia de tres términos (Ed - R - Er) está condicionado a la presencia de un 4to término llamado Estímulo condicional (Ecal).
Es importante recalcar que el Ecal no ejerce ningún control directo sobre la conducta (esa función es exclusiva del Ed), sino que modifica el tipo de control que el Ed ejerce sobre la misma.
Volvamos al ejemplo de los gatos peleadores
Es muy común utilizar barreras físicas para introducir a dos gatos adultos desconocidos, o que presentan un historial de respuestas agresivas entre ellos. Pero ¿es verdaderamente efectivo este procedimiento?
Luego de varios intentos de agredirse infructuosamente, ambos gatos desisten debido a que el vidrio les impide el acceso a su reforzador que es eliminar o alejar al otro gato de su espacio personal, tal como vimos al principio del artículo. Este sería un ejemplo de discriminación simple.
La presencia de una barrera física para introducir a dos gatos con un historial de respuestas agresivas entre ellos no solo carece de evidencia científica que justifique su uso, sino que además puede empeorar la situación.
Supongamos que ahora no solo tenemos a los dos gatos originales: al gato A y al gato B separados por la barrera, sino que vamos a agregar a otro gato, el gato C, que normalmente se lleva bien con el gato A y que se encontraba con él en ese momento.
La presencia de la barrera física ahora se convierte en un estímulo condicional ya que puede afectar el control que el gato C ejerce sobre la respuesta agresiva del gato A. En términos técnicos, el gato C, que anteriormente era un EΔ para la respuesta agresiva del gato A, adquiere la función de un Ed para la misma respuesta agresiva debido a la barrera física que impide el ataque al gato B. Por lo tanto, la presencia de una barrera física durante la introducción de dos gatos con un historial de respuestas agresivas entre ellos puede aumentar la probabilidad de que dicha respuesta agresiva se redirija a otro gato cercano en ese momento.
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Hola! Tengo exactamente esa situación. Gata A (adulta) ataca a gata B (bebé) y pusimos una puerta para separarlas pedo Gata A esta más agresiva cuando la ve. Como puedo resolverlo ?
Hola! Leí muy atentamente porque tengo dos gatos que se odian, en realidad uno odia más al otro, lo ataca, lo acecha, lo mira tan fijo que solo eso hace que el otro empiece a bufar y retroceder, el tuvo tanto estrés que se le cayó todo el pelito, los tengo que dejar separados cuando no estoy pero nada de esto que leo pasa acá porque comparten todo solo que siento que uno es como más débil,buenazo y el otro se aprovecha,ya cuando era chiquito el que lo ataca lo agarraba del pellejo y lo arrastraba, el se dejaba ,no puso nunca resistencia, ahora lo que hago es estar atenta y tratar de evitar que lo ataque, un continuo estrés.