La terapia de exposición es uno de los procedimientos técnicos más utilizados para el tratamiento de la ansiedad, los miedos desadaptativos y las fobias. Dicho procedimiento ha demostrado tener una enorme eficacia terapéutica tanto en humanos como en animales no humanos. Pero, ¿en que consiste la EPR?
EL MIEDO Y LA ANSIEDAD EN LOS GATOS
El miedo y la ansiedad constituyen respuestas emocionales diferentes, aunque es común confundirlas debido a que comparten muchas de sus reacciones psicofisiológicas, tales como un nerviosismo, palpitaciones, sudoración, dilatación pupilar (midriasis) y liberación de ciertas neurohormonas asociadas con estos dos estados.
Miedo
Se entiende que el miedo es una respuesta emocional automática desencadenada por estímulos o situaciones aversivas presentes en el ambiente en ese momento. Esta respuesta puede ser incondicionada, es decir, adquirida a lo largo de la historia evolutiva de la especie, o condicionada, adquirida a lo largo de la historia de aprendizaje del individuo. El miedo es una respuesta vital para la supervivencia ya que prepara al organismo para reaccionar ante situaciones potencialmente peligrosas.
Un ejemplo de esta respuesta puede ser la reacción de miedo que un gato experimenta ante una situación aversiva, como puede ser la retención forzada y la administración de una inyección que le causa dolor.
La fobia se caracteriza por una respuesta emocional de miedo exagerado, irracional e incontrolable ante ciertos estímulos o situaciones. Esta respuesta emocional intensa se vuelve desadaptativa cuando el estímulo fóbico está presente en el contexto del individuo y afecta sus rutinas y por ende su calidad de vida. Por ejemplo, la fobia a los perros no será un problema para un gato que vive en un departamento en donde no hay perros y nunca tendrá contacto con ellos, pero la fobia a los extraños puede volverse desadaptativa para ese mismo gato ya que las probabilidades de que un gato de interior tenga contacto con visitas son relativamente altas.
Ansiedad
A diferencia del miedo, la ansiedad es una respuesta emocional anticipatoria que se produce frente a un peligro real o imaginario. La ansiedad siempre es una respuesta adquirida a lo largo de la historia de aprendizaje del individuo y se trata de una respuesta condicionada.
Un ejemplo claro de la respuesta de ansiedad en un gato podría ser su reacción al ingresar en una clínica veterinaria que ha sido previamente asociada con la retención forzada y la administración de una inyección dolorosa.
La respuesta de ansiedad se adquiere a través del Condicionamiento Clásico, un mecanismo de aprendizaje asociativo básico y común a todas las especies.
El miedo condicionado clásicamente: El experimento del pequeño Albert
En 1920, John B. Watson y Rosalie Rayner llevaron a cabo un controvertido experimento que cambió la historia de la Psicología científica y las terapias basadas en evidencia. En este experimento, se condicionó una fobia en un niño de 2 años, demostrando empíricamente que ciertos miedos y fobias son adquiridos a través de mecanismos de aprendizaje asociativo, específicamente, de Condicionamiento clásico, y que estos pueden ser modificados y extinguidos mediante los mismos mecanismos. Cuatro años después, Mary Cover Jones se convirtió en la pionera de la actual Terapia de conducta al utilizar estos mismos mecanismos de aprendizaje para eliminar la fobia a los conejos en otro niño llamado Peter.
La evidencia empírica sugiere que las terapias basadas en la Exposición con prevención de respuesta (EPR) son altamente efectivas para tratar la ansiedad, los miedos y las fobias en diferentes especies, tal como se ha demostrado en múltiples ensayos controlados. De hecho, en la práctica clínica, se ha demostrado que la terapia EPR es más efectiva que la utilización de psicofármacos y, por supuesto, de otras terapias que no están basadas en evidencia científica. Los procedimientos de EPR se utiliza actualmente tanto en la modificación de la conducta animal como en la terapia de conducta humana.
¿En qué consiste la EPR?
Este procedimiento busca, básicamente, exponer al individuo a los estímulos que le provocan miedo y ansiedad de forma gradual y controlada, al mismo tiempo que se previene las respuestas de evitación y escape que son las responsables del mantenimiento del problema. Es muy importante que este tipo de procedimientos sean aplicados por profesionales especializados en Modificación de conducta para garantizar su eficacia y seguridad.
Trabajando con técnicas de EPR en una gata rescatada que presentaba una respuesta de temor exagerado y desadaptativo hacia las personas. Tras varias semanas de intervención, se logró una extinción total de la respuesta de miedo sin necesidad de utilizar feromonas ni psicofármacos. Como resultado, la gata fue adoptada y actualmente vive en una casa donde recibe cariño y atención por parte de las personas que la rodean.
Los mecanismos básicos de aprendizaje que son la base teórica de las técnicas de EPR
Habituación: Es el proceso por el cual se produce una disminución en la frecuencia o intensidad de una respuesta incondicionada debido a la exposición repetida al estímulo incondicionado que originalmente provocaba dicha respuesta.
Extinción Pavloviana: Es el proceso por el cual se produce una disminución en la frecuencia o intensidad de una respuesta condicionada debido a la exposición repetida al estímulo condicionado que provocaba la respuesta al ser emparejado con el estímulo incondicionado.
Contracondicionamiento: Es un procedimiento de Condicionamiento clásico que se utiliza para cambiar la percepción de un estímulo. A través de técnicas de contracondicionamiento, un estímulo que inicialmente tenía una función aversiva se asocia con estímulos apetitivos, de tal manera que la respuesta emocional a este estímulo cambia de aversiva a apetitiva. Y viceversa.
Para administrar antiparasitarios a los gatitos rescatados, utilicé una pasta altamente palatable mezclada con el medicamento recetado por nuestro veterinario. Esta técnica de contracondicionamiento convierte una situación potencialmente desagradable y aversiva para ellos en una experiencia agradable y apetitiva. De hecho, los gatitos esperan ansiosamente su dosis, haciendo cola para recibirla. Este es un ejemplo de cómo el contracondicionamiento puede lograr que los animales respondan de manera equilibrada ante situaciones aversivas similares en el futuro. Como prueba de ello, mi gato Sombra recibe sus vacunas mientras ronronea de felicidad.
Diferentes técnicas de exposición en gatos
En Terapia de conducta humana existen diferentes técnicas de EPR. En los gatos, sin embargo, solemos utilizar las siguientes:
Exposición gradual: Se expone al gato de manera gradual al estímulo aversivo, incrementando dicha exposición de forma progresiva y evaluando el decremento de la respuesta de temor antes de avanzar al siguiente nivel.
Exposición por inundación: En contraste, la exposición por inundación implica la exposición total al estímulo aversivo sin una progresión gradual. El tiempo de exposición se determina por la disminución efectiva de la respuesta de temor, lo que puede ser desafiante para algunos animales.
Desensibilización sistemática: Este es un procedimiento de contracondicionamiento en el cual se combina la exposición progresiva al estímulo aversivo con el uso de estímulos apetitivos, como juegos, hierbas estimulantes y snacks palatables. Estos estímulos apetitivos se presentan previamente a la exposición al estímulo aversivo o de manera simultánea para modificar la percepción del gato hacia dicho estímulo.
RESUMEN
Las técnicas de exposición con prevención de respuesta (EPR) han demostrado ser altamente efectivas en el tratamiento de respuestas emocionales desadaptativas, tales como la ansiedad, el miedo y las fobias, tanto en humanos como en animales no humanos. Es esencial que estas técnicas sean implementadas por profesionales capacitados y con conocimientos en Psicología del aprendizaje y Modificación de conducta para garantizar su seguridad y eficacia.
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